Puedes sentirme
lejos, vacío y solo:
quiero irme a casa.
Encuéntrame, rubia,
al interior de un nocturno.
¡Cómo amo que estés a mi lado,
mientras ellos sollozan!
La multitud la rodea;
y ella rezaga el puente
junto al agua.
Ella pierde su arrastre;
lejos quedó su crecimiento,
intoxicada junto a un remanso.
Dentro de un ojo
tú eres la única, mi novia.
¡Cómo me alejo en una rueda anadeante,
mientras ellos se equivocan!
Un jadeo que decrece,
una mala campana que repica:
es el ángel, es la hija.
Puedes sentirme...
lunes, 19 de septiembre de 2016
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