De modo que pensé dar un paseo final.
La marea de opinión pública empezaba a decrecer.
Los vecinos, benditos sean, habían dejado de hablar;
pude ver sus asustados rostros mirándome por la puerta.
Buscaba un final para esto, algún tipo de cierre.
El tiempo avanzaba rápido y no pensaba ir detrás de él.
Pensé en mis amigos, muertos por exposición,
y recordé otros que murieron por la falta de ésta.
Con mis mejores zapatos, comencé a andar por la calle;
me detuve en una iglesia y me abrí paso entre la multitud,
y el amor iba detrás de mí, marcando mis pasos,
mientras el campanario rasgaba la panza de una pequeña nube.
Entré y me senté, buscando la presencia de un Dios;
busqué en las imágenes de un libro forrado de cuero
vi un cordero lanudo echado en un charco de sangre,
y un Jesucristo con branquias estremeciéndose
en el anzuelo de un pescador...
Nena, pareciera que fue hace mucho que te fuiste.
Y yo debo decir que oscurece más cada día.
De vuelta en la calle vi un enorme y sonriente sol,
era un día del Bien y el Mal y todo era brillante y nuevo;
y me pareció que la mayor destrucción había sido hecha
por aquellos que no pudieron elegir uno de los dos:
aficionados, diletantes, piratas, vaqueros, clones...
las calles gimen con mini Césares, Napoleones y pendejos,
con sus bloques de construcción y sus telefonictos de plástico,
contando con los dedos, frente a un reguero de migajas,
Pasé por tu jardín y te vi en medio de tus flores:
las camelias, magnolias y dulces azaleas.
Y permanecí invisible entre la multitud aterrada;
te vías hermosa en el calor que aumentaba.
Olí humo, vi pequeñas fogatas en los prados;
la gente avanzaba sin preocuparse, oyendo sus manos;
grandes grietas se abrían en el pavimento, la tierra bostezaba,
aburrida y disgustada, para hacernos caer...
Nena, pareciera que fue hace mucho que te fuiste.
Y yo debo decir que oscurece más cada día.
Estas calles ahora están congeladas.
Voy y vengo, lleno de un anhelo por algo que no conozco.
Mi padre está hundido en la profunda nieve,
y yo busco, adentro y afuera, arriba, encima, abajo...
Nena, pareciera que fue hace mucho que te marchaste.
Y yo debo decir que oscurece más y más cada día.
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