Me levanto de la mesa.
Abandono el juego.
No conozco a la gente
en el marco de tu foto.
Si alguna vez te amé o no, no lo sé.
Sería una pena si alguna vez te amé,
si alguna vez supe tu nombre.
No necesitas un abogado,
no estoy haciendo un reclamo.
No necesitas rendirte,
no estoy persiguiendo nada.
No necesito una amante:
la pobre bestia ha sido domada.
No necesito una amante,
así que apaga la flama.
No hace falta nadie,
no hay ninguna recompensa.
Poco a poco
vamos cortando el lazo.
Gastamos el tesoro
que el amor no pudo costear.
Sé que ahora puedes sentir
la dulzura restaurada.
No necesito una razón
para lo que me he convertido.
No tengo ninguna excusa,
son tediosas y patéticas.
No necesito un indulto,
ya no queda nadie a quien culpar...
Me levanto de la mesa.
Abandono el juego.
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