No acostumbro avanzar:
estoy más bien habituado a caer.
Con todas mis fuerzas intentaré
no detenerme si empiezo a dudar.
Tú conservas la esperanza de elevarte,
al sitio donde el aire deja de ser espeso.
El único límite posible es el cielo,
así que trata de no volver a derrumbarte.
Ha empezado a venir a mí;
no lo sabía, estaba sin enterarme.
Ha empezado a venir por fin,
aunque sea un poquito tarde.
No puedo ver claro lo que hiciste
ni las causas de tus problemas.
A nadie dañaste en verdad.
Podría decir muchas cosas más,
pero pienso que no estás tan mal.
No puedo ayudarte si estás triste:
es una fuente de dolor constante.
Porque yo te deseo, y bastante,
aunque para ti eso sea insignificante.
Ha empezado a venir a mí;
no lo sabía, estaba sin enterarme.
Pero ha empezado a venir por fin,
aunque sea un poquito tarde.
miércoles, 30 de marzo de 2011
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