Todo a mi alrededor
son rostros conocidos,
rostros y lugares desgastados;
rostros que brillan desde temprano
en sus diarios recorridos
que los llevan hacia ningún lado.
Con esos rostros inexpresivos,
llenan con lágrimas sus vasos.
Esconde mi cabeza:
quiero ahogar mi dolor,
pues no existe el mañana...
Y me resulta tan divertido
al mismo tiempo
que me resulta triste
que estos sueños en los que muero
sean lo mejor que haya tenido.
Y me resulta complicado
cuando veo gente correr en círculos,
me resulta complicado
atreverme y decirte,
que este es un mundo de locos.
Los niños esperan el día
en que se sientan bien
y les deseen feliz cumpleaños.
Y yo me siento como esos niños
que deben sentarse y escucharlo.
Cuando fui a la escuela,
me sentía muy nervioso
porque nadie me conocía;
le pregunté a una maestra
cuál era mi clase,
y sentí su mirada traspasarme.
Y me resulta tan divertido
al mismo tiempo
que me resulta triste
que estos sueños en los que muero
sean lo mejor que haya tenido.
Y me resulta complicado
cuando veo gente correr en círculos,
me resulta complicado
atreverme y decirte,
que este es un mundo de locos.
Un mundo de locos
cada vez más amplio.
domingo, 26 de abril de 2015
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