Cuando miro el espejo veo que ya no soy joven
ni hermoso como cuando estaba a tu lado.
Y cada vez que te salgo a buscar,
sé que nunca podré superarlo:
aún conservo uno de tus rizos.
Así que... ¿por qué lo hice?
Si desde que te dije que te amaba
ya sabía que no habría marcha atrás.
¿Por qué lo hice?
Si desde que te dije que te amaba
ya sabía que a mi corazón lo ibas a detrozar.
Hay una voz detrás de mi cabeza
que dice que siempre voy a estar solo,
que mejor prenda la tele y desconecte
el teléfono. Pues cada vez que salgo
a buscar a alguién más, tu recuerdo
me hace desear simplemente
que vengas tú y que regreses.
jueves, 9 de diciembre de 2010
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