Sé que el éter no puede reclamarle a la Tierra
que los gases atmosféricos carguen mierda.
A cambio de mucho sufrimiento
obtenemos un poco de placer,
y rara vez ganamos lo que merecemos.
¿Ves cómo tratamos de tocar las estrellas?
Pero están muy lejos todas ellas;
y ni siquiera logramos comprender
lo que tenemos enfrente.
Las heridas cicatrizan;
los huesos rotos se juntan.
Pero tú ya no eres mi amiga.
Y no te quiero volver a ver.
jueves, 23 de diciembre de 2010
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