Cuando sonó la campana esta mañana,
no supe qué camino tomar.
Sentía una profunda tristeza en el alma;
sobre el suelo permanecí sentada.
Tenía ganas de ir a la montaña,
saltando por encima del mar.
Anoche no llegó mi hombre a casa,
se olvidó por completo de mí...
Regresa a casa, papacito,
regresa a casa conmigo;
estoy completamente sola
y me estoy volviendo loca.
lunes, 26 de octubre de 2015
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