Soy sólo un niño,
nunca uso mi cerebro.
Sólo uso mi corazón
y mi imaginación.
Soy sólo un niño,
siempre cometo errores
y nunca digo lo siento,
pues esos errores son míos.
Soy sólo un niño,
nunca he visto el mundo
y aún no he decidido
si soy una chica o un chico.
Soy sólo un niño,
le temo a la oscuridad
y estoy obsesionado con ideas.
Un día llegaré lejos...
Ya no soy más un niño,
y todo ha cambiado.
No hay nada en mi corazón,
y un relámpago en mi cerebro.
Así que escúchenme, niños,
oigan lo que les digo:
no le hagan caso a sus cerebros
y sigan sus sueños...
lunes, 24 de febrero de 2020
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