¿Adónde vas
cuando baja tu marea
en la ropa veraniega
de tu ebriedad?
Me voy lejos,
donde duerme el silencio,
en la profundidad
del azul sagrado.
Y sueño contigo,
sueño contigo.
¿Qué dices
cuando el día podrido
se enreda a tus pies
en la ruidosa calle,
cuando tus ojos llueven
de dolor en dolor?
Yo digo que nunca más,
nunca más.
¿Por qué vagas
tan ligera mientras caes
en la profundidad del agua
que te llama?
Patino como un ave,
ebria de palabras,
casi enamorada,
si al menos lo supiera.
Pero lo mejor
de nosotros dos
avanzará
a través de ti y de mí,
de ti y de mí.
domingo, 10 de agosto de 2014
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