Me esforcé mucho, trabajé duro.
Di vueltas en la felicidad doméstica.
Luché mucho, no morí fácilmente.
Y cada vez huyes de mí,
cada vez huyes, puedo verlo.
No soy un vegetal,
no voy a controlarme,
escupo en la mano que me alimenta...
No voy a controlarme.
Nunca quise tener huesos rotos,
cicatrices en la cara y sin casa.
Tus palabras me rodean y asfixian;
me consume la rabia.
Y cada vez huyes de mí,
cada vez huyes, puedo verlo.
No soy un vegetal,
no voy a controlarme,
escupo en la mano que me alimenta...
No voy a controlarme.
Rompen las aguas, corren sobre mí,
rompen las aguas, corren libremente...
¡esta vez vas a pagarlo!
No soy un vegetal,
no voy a controlarme,
escupo en la mano que me alimenta...
No voy a controlarme.
no voy a controlarme,
escupo en la mano que me alimenta...
No voy a controlarme.
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