Dime por qué estoy condenada a aferrarme a esta lucha,
mientras me encierro todo el día, tratando
de apagar estas ideas ocultas...
Pero sé que me engaño: nada va a cambiar la manera
en que me siento por dentro.
Estas páginas doradas que ponemos en venta
y que hoy están en todos los cerebros,
vienen a decirme lo contrario:
me dicen en un grito
que no ceda a lo inaudito;
que no ceda a ese llanto
jamás escuchado.
Un año ha pasado y yo aún sigo absorta;
de la manera en que me siento, ya no me acuerdo.
Es demasiado pedir que se me conceda un día
cuando no tenga que seguir fletando este peso.
Dejaste de pronto de amarme y yo fui tan tonta
para pensar que al fin podría ser libre.
Me preocupo demasiado, es cierto,
extraño mucho poder sentirte...
Pero no puedo ser parte de esta fechoría.
Estas páginas doradas que ponemos en venta
y que hoy están en todos los cerebros,
vienen a decirme lo contrario:
me dicen en un grito
que no ceda a lo inaudito;
que no ceda a ese llanto
jamás escuchado.
Si pudiera amar a otra persona,
fingiría que no me importa.
Si pudiera amar a alguien más,
fingiría que me da igual..
Ha pasado ya demasiado
como para todavía esperar algo...
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