Si hago una cita para jugar golf,
puedes apostar que cae una tormenta.
Si intento dar una fiesta,
el vecino de arriba se queja.
Creo que únicamente voy por la vida
atrapando resfriados y perdiendo trenes.
Todo me pasa mí.
Nunca olvido nada,
he tenido el sarampión y las paperas.
Y cada vez que tengo un as,
mi adversario siempre gana.
Supongo que sólo soy un tonto
que nunca mira antes de saltar.
Todo me pasa a mí.
Al principio, mi corazón
creía que tú podrías
romper el maleficio,
que por medio del amor
terminaría mi desesperación.
Pero ahora no puedo engañar
a esta cabeza que piensa en mi lugar:
he tenido que hipotecar
mis castillos en el aire.
He mandado telegramas,
he hecho mil llamadas
y hasta envié paquetes en avión...
Tu única respuesta fue "adiós",
y aún no acabo de pagar la cuenta.
Una vez me enamoré, ¡y tuvo que ser de ti!
Todo me pasa a mí.
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