Otro payaso salta del trampolín
a una alberca poco profunda.
Pero no importa:
de esa forma continúa.
Cae sobre barreras, setos
y hombres huecos.
¿Dónde están los aplausos
cuando los necesitas?
Esos que se obtienen
con canciones de verano
y saltos mortales.
Para Halloween,
las cosas deben ser distintas.
Es una mina de oro.
Hombres huecos me trajeron.
Soy un payaso y no quieres
que ella me conozca.
El cuchillo detrás de la cortina.
Tu verdad está fuera de tu alcance.
No veo un camino fuera de este.
Él cuenta chistes que nadie oye;
al menos él no lo sabe.
Con lo que le queda de valor,
oprime el botón para un boleto gratis.
Allá va él, golpeando el suelo al correr.
jueves, 18 de diciembre de 2014
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