Dices que no me quieres,
bueno, yo tampoco te quiero.
Dices que no me deseas,
bueno, yo tampoco te deseo.
Dices que hay más peces en el mar
y que existen más rosas en el rosal:
en eso estamos de acuerdo.
Haz lo que quieras
y yo haré lo que quiera.
Ahora soy libre:
maestro y señor del mundo,
sirviente de todos y nadie.
La constancia en el amor es un chiste:
no tengo miedo de encontrarte.
Soy voluble y me jacto de ello,
no voy a llorar por ti.
Como un pájaro liberado de su jaula,
noche y día jugaré y cantaré.
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