Yo, la inefable.
No pueden atraparme:
estoy libre de sintaxis,
estoy preconcebida
sobrenaturalmente.
No invierto
en lo que es mejor.
Tú y todos los demás
son mierda para mí.
¡Odio a los traductores!
¡Odio a los traductores!
¡Odio a los traductores!
No pueden atraparme…
No la confundas.
No la deformes.
No la transformes.
No puedes atraparme.
La iluminación radical,
la estación proverbial,
las poesías abstractas…
¡traición inmediata!
¿Recuerdas
la mentira reduccionista,
fundamentalista,
las coartadas?
¡Odio a los castradores!
iOdio a los castradores!
¡Odio a los castradores!
No jodas conmigo.
No la destroces.
No la reduzcas.
No la deseches.
O te vas a chingar conmigo.
“Es un trabajo fácil.
Un trabajo del coño.
Un trabajo de semen de drogo…
Pone a mi verga a zumbar”.
Me siento… inefable.
(El drama de mi consciencia
es que habiendo perdido el mundo
intento recuperarme a mí misma.
Pero en este momento sigo perdida...
todo es sangre, dinero, miedo y política.
Desde que trabajo en esta oficina,
no sé cómo dejar de vomitar...)
No pueden atraparme:
estoy libre de sintaxis,
estoy preconcebida
prehistóricamente.
No te asustes
no te asustes
no te asustes,
sólo soy yo…
regresa a mis brazos
pon tu trasero en mis brazos
pon tu trasero en mis brazos.
Yo, la inefable.
viernes, 3 de octubre de 2008
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2 comentarios:
caca
impresionante
.
siento que al traducir
la has desafiado
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