Si no te preocupas por mí ni yo por ti,
nos moveremos en zig-zag entre el tedio
y el dolor, evitando ocasionalmente nuestras
miradas a través de la lluvia, mientras nos
preguntamos a cuál de estos cabrones echarle
la culpa, y esperando ver cerdos en el cielo.
martes, 26 de octubre de 2010
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