Sólo cuando el objetivo es inalcanzable,
comienzo a sentir como si me perdiera a mí misma.
Y este profundo secreto, que no he revelado todavía,
es enterrado en el fondo junto a lo demás.
No puedo obligarte a nada:
deja caer todos tus conjuros en mi cama,
pero yo sólo elegiré los que no sean de amor.
Si estos sonidos pudieran guiar a los que dudan,
más allá de la dureza, donde mucho no es suficiente...
Oh, si pudiera encontrarme a mí misma entre los solitarios,
con los brazos abiertos te estaría esperando.
No puedo obligarte a nada:
deja caer todos tus conjuros en mi cama,
pero yo sólo elegiré los que no sean de amor.
lunes, 19 de diciembre de 2011
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