discutimos qué amenazas se hicieron primero.
Ya no las necesitas más:
tú sabes más de lo que yo sé.
En cambio, leo las noticias matutinas en la cama.
¡Qué infinidad hay por delante!...
Y no hay nada más que decir: 
tú sabes más de lo que yo sé.
Los ciegos podrían ver, 
pero permanecerán detrás del alivio, 
de toda responsabilidad y avaricia. 
Y no hay nada más que necesites:
tú sabes más de lo que yo sé.
Nadie lo escucha,
ello no creen en eso, 
pero para mí es la única manera: 
tú sabes más de lo que yo sé.
Vaya mierda... 
El viejo choto llena el vacío 
y nos colocamos como trampas, 
como trampas para nosotros, las ratas.
Y no hay nada más que atrapar:
tú sabes más de lo que yo sé.
Entiérrame profundo en la maleza
que crepita en los corazones de los débiles.  
No existe nada más débil que eso:
tú sabes más de lo que yo sé.
 

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