Si no tuviera un lugar para caer,
y si me hiciera falta alguno,
¿podría contar contigo
para recostarme a descansar?
Nunca te he dicho mentiras,
pues no creo que eso tenga sentido.
Tienes unos ojos muy hermosos,
¿podrías posarlos sobre mí?
Sé que no soy el mejor amante,
a veces estoy contigo y a veces desaparezco.
Pero aunque no pueda arrancarme esta tristeza,
ten por seguro que te deseo.
Todo el oro y la plata del cielo
intentan esconder el sol;
por desgracia eso no es posible,
al menos no por mucho tiempo.
Pero si ayudamos a alguien a crecer
mientras dure la luz del día,
y si nos lo agradecen con una sonrisa,
entonces no podemos estar tan mal.
El tiempo es un viejo y veloz tren,
que está aquí a veces y a veces se va,
y que nunca volverás a ver.
¿Podría tomarte de la mano?
Si no tuviera un lugar para caer
y si me hiciera falta alguno,
¿podría contar contigo
para rescostarme a descansar?
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