Cerca del bosque hay un lugar
donde puedo dar un paseo y apagar
el interruptor de mi cabeza,
provocándome una jaqueca.
Soñaré contigo todo el día,
y tendré pensamientos de alegría
hasta que alguien me descubra...
¡Por favor no huyas!
Regreso entonces a mi carro, luego de atravesar
todo el estacionamiento de la universidad;
voy luchando contra mi cerebro
y con los monstruos que se frotan por dentro.
viernes, 6 de abril de 2012
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