Rostros en la niebla
le ladran a la luna como perros.
Y tú me cautivaste.
Grietas en el espejo
y en la pared; polvo colgando
de la luz del pasillo.
Tú me cautivaste.
Siluetas enmarcadas por el humo
y la luz cegadora: mis manos sudan
y tiemblan mucho esta noche...
Tú me cautivaste.
sábado, 19 de enero de 2013
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