Largo y cansado ha sido mi camino.
Estuve perdido en las ciudades, solo en las colinas.
Pero no siento pena ni lástima por irme...
No soy las llantas que por ti ruedan:
yo soy la carretera.
No soy tu desfile por la pasarela:
yo soy el cielo.
Amigos y mentirosos no esperan por mí,
porque yo permanezco solo por mi cuenta.
Puse de por medios miles de kilómetros
bajo mis talones, y aún te siento cerca...
No soy las llantas que por ti ruedan:
yo soy la carretera.
No soy tu desfile por la pasarela:
yo soy el cielo.
No soy el viento que por ti sopla:
yo soy el relámpago.
No soy tu luna de otoño:
yo soy la noche.