y siguiendo la canción.
Todos somos iguales,
aunque no nos demos la mano.
En las escuelas, en las calles,
en los campos, las construcciones,
caminando y cantando
y siguiendo la canción.
Ven, vamos adelante,
porque esperar no es saber;
quien sabe actúa ahora,
no espera a que suceda.
En los campos hay hambre,
en enormes plantaciones.
Por las calles marchando
indecisas multitudes
todavía hacen de la flor
su más fuerte estribor,
y creen en las flores,
derrotando a los cañones.
Ven, vamos adelante,
porque esperar no es saber;
quien sabe actúa ahora,
no espera a que suceda.
Hay soldados armados,
amados u odiados,
casi todos perdidos,
con armas en las manos.
En los cuarteles les enseñan
una antigua lección:
morir por la patria
y vivir sin razón.
Ven, vamos adelante,
porque esperar no es saber;
quien sabe actúa ahora,
no espera a que suceda.
En las escuelas, en las calles,
en los campos, las construcciones,
somos todos soldados,
aunque no vayamos armados.
Caminando y cantando
y siguiendo la canción.
Todos somos iguales,
aunque no nos demos la mano.
Los amores en la mente,
las flores en el suelo,
la certeza en la frente,
la historia en la mano.
Caminando y cantando y siguiendo la canción.
Aprendiendo y enseñando
una nueva lección...
Ven, vamos adelante,
porque esperar no es saber;
quien sabe actúa ahora,
no espera a que suceda.
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