Mis amigos viven en islas.
Mis amigos viven en montañas.
Mis amigos viven en sitios muy, muy lejanos.
Así que cruzo puentes,
y cruzo crestas,
y cuento las cosas muertas en la carretera
hasta que nuevamente los vea.
La distancia es glamourosa,
pero también resulta ominosa.
Tengo una caja de cigarros llena
con cartas de amor que nunca he enviado
y penas que nunca he experimentado,
con cuentos de crecimiento sentimental jamás contados.
Preocupado, cambiaré;
temeroso de que no he podido explicar
los simples acontecimientos diarios.
Los personajes aparecen tan pronto como salen,
dejándome solo.
Todos los chicos que me parecían guapos
están muertos ahora, o en la escuela de leyes.
He perdido sus números y, ya sabes, yo nunca me acuerdo.
Todas las calles, todas las casas,
todos los bares, todos los apartamentos...
Algo ocurrió aquí una vez y fue hermoso,
pero no logro recordarlo.
Me imagino allá afuera,
caminando por la Calle Siete.
Mi cabello era largo en ese entonces
y un abrigo de invierno me cernía el rostro.
Y es ahí que me veo, atrapado en la vida de un hombre joven
que creí haber matado hace mucho tiempo...
Y hace un frío del infierno.
lunes, 15 de abril de 2019
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1 comentario:
Poderoso
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