una noche para acelerar la verdad.
Hicimos una promesa a cuatro manos,
luego nos alejamos.
Ambos bajo la influencia,
teníamos un olor divino.
Para saber qué decir,
la mente es una hoja de afeitar.
Pedir unos brazos del cielo
para poder apoyarme,
no sería lo suficiente bueno,
no para mí, al menos...
Una noche de magia apurada,
que inicia con un simple toque.
Una noche para empujar y gritar,
y luego sentirnos aliviados.
Diez días de canciones perfectas,
los colores azul y rojo.
Hicimos una promesa...
Estábamos enamorados.
Pedir unos brazos del cielo
para poder apoyarme,
no sería lo suficiente bueno,
no para mí, al menos...
Y tú conociste las manos del Diablo.
Y nos mantuviste despiertos con dientes de lobo.
Y compartimos, en una sola noche,
diferentes latidos de corazón.
Pedir unos brazos del cielo
para poder apoyarme,
no sería lo suficiente bueno,
no para mí, al menos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario