Con manos de concreto descuelga el teléfono:
"¿Sabes quién habla?" "No, y no me interesa."
Ella susurra noticias de terror silencioso;
a él todo eso le vale verga...
"Haz lo que tengas que hacer", le contesta.
Ella sólo tiene que hablar y hablar,
con la bocina en su mejilla.
"Por favor, ya no digas nada."
"Estoy aquí, acostada,
sobre un bloque de cemento fresco."
Su nombre es un sonido roto, un tartamudeo
que escucharás mientras vayas cayendo...
Pero matando el tiempo no acabarás con este crimen.
Mejor empiezas a ver qué mensaje estás enviando.
No hay más situaciones de las cuales ser expulsado.
Mientras estaba en el suelo, después de haber chocado
contra un tendedero, recordó esas palabras
que trataban de ocultar un crimen...
"Estarás bien, lo sé; pero debo colgar,
tengo en la otra línea a alguien más".
Matando el tiempo no acabarás con este crimen.
jueves, 23 de agosto de 2012
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