Dios mío, hace mucho calor y tengo muy poco.
No necesito demasiado,
pero justo ahora no estoy satisfecho.
Sólo quiero agua, sólo quiero un océano;
un río infinito que lave todas mis lágrimas.
Dios mío, hace mucho calor y mi corazón sangra.
No he estado contigo en mucho tiempo
pero es a ti a quien necesito en este momento.
Sólo quiero agua, sólo quiero un océano;
un río infinito que lave todas mis lágrimas.
Cómo hace calor, Dios mío, y cuánto vapor.
Debes regresar al río, nena...
Sólo quiero agua, sólo quiero un océano;
un río infinito que me haga volver de mi vergüenza.
viernes, 12 de julio de 2013
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