A veces parece peor
de lo que es realmente,
pero casi siempre
la perspectiva es la adecuada.
Observas tu aliento en el aire
mientras subes las escaleras
rumbo a ese ataúd
al que llamas "tu apartamento".
Te hundes en una silla,
sacudes la nieve de tu cabello
y te bebes el frío de un trago.
Y no estás seguro del por qué
haces estas cosas,
pero necesitas algo
en lo cual gastar los días,
otras cuantas horas más...
Hay un sueño en mi cerebro
que simplemente no se va,
se atascó desde que apareció
hace algunas noches:
estoy de pie, en un puente
de la ciudad donde vivía de niño
con mi madre y mis hermanos;
de pronto el puente desaparece
y yo permanezco en el aire
sin nada que me sostenga,
colgando como una pinche estrella
que resplandece en la oscuridad
para un montón de ojos
hambrientos por mirarme,
como todos, en alguna ocasión,
hemos anhelado...
Pero ahora estoy confundido.
¿Eres tú en realidad esta muerte?
¿Tienen algún significado estos sueños?
No, no, creo que más bien se trata
de una especie de fantasma
que nos ha estado siguiendo a ambos;
algo vago e invisible,
algo más parecido a un sentimiento.
jueves, 7 de febrero de 2019
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