En 1984 fui hospitalizado
por acercarme a la perfección.
Abriéndome lento camino a través de Europa,
ellos tuvieron que hacer una corrección.
Destrozado, iba fumando
por el lugar donde el venado infrarrojo
se sumerge en la serpiente digital.
Te digo: eso lo hacen
para que no puedas saludar de mano
cada vez que ellos hacen temblar tus manos.
Y sé que te gusta bailar en hilera,
todo tan democrático y buena onda...
pero nena, no hay orientación
cuando el azar es el que pone las reglas.
Sé que la mayoría de las cosas que digo
ha sido removida de las paredes
de un sanitario masculino.
Tal vez haya cruzado los ríos equivocados
y caminado por los pasillos erróneos,
pero nada puede cambiar el hecho
de que solíamos compartir una cama;
y eso fue lo que más me asustó
cuando volteaste a verme y dijiste:
"Sí, te pareces a alguien.
Alguien que se levantó y me dejó abajo.
Alguien a quien solía conocer...".
Y sé que te gusta bailar en hilera,
todo tan democrático y buena onda...
pero nena, no hay orientación
cuando el azar es el que pone las reglas.
Le pregunté al pintor por qué las carreteras
se pintan siempre de color negro;
me contestó: "Eso, Steve, es porque la gente se va
y ninguna carretera los traerá de vuelta".
Así que si no me quieres, prometo no demorarme.
Pero antes de que me vaya,
tengo algo que preguntar
sobre esa línea de bronceado
en tu dedo anular.
Nadie debería de tener dos vidas,
y menos ahora que sabes
que tus segundos nombres
son Bien y Mal...
Cariño, esta noche tenemos dos vidas para entregar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario