La radio y la tele arrojan veneno.
Todo el mundo me da miedo.
Sobre rojas violetas marchitas
descansan cuerpos jóvenes sin vida.
Todo el mundo me da miedo.
Cargo a mi hijo en mis hombros
y trato de no lastimar a los que quiero
(pero sin drogas no sé si podré lograrlo).
Todo el mundo me da miedo.
Con mis nuevos tenis estrellados
y mi paraguas anaranjado
cubro a mi familia y la defiendo
(pero sin drogas no sé si podré lograrlo).
Cargo a mi hijo en mis hombros
y trato de no lastimar a los que quiero
(pero sin drogas no sé si podré lograrlo).
Tu voz me está devorando...
el alma.
Tu voz me está devorando...
el alma.
jueves, 16 de diciembre de 2010
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