Todo lo que tienes que hacer
es mirar el cielo y pedir el deseo.
Quizá veas su rostro entre las nubes
o relajándose en una zanja del espíritu.
A él se le conoce por dormir
en montones de hojas secas.
Abandonado en los céspedes de octubre,
a veces despierta con arañas en sus párpados.
El hacedor de lluvia ya está cerca,
el hacedor de lluvia ya está cerca
y viene a empaparnos con agua.
A veces te sientes como una piedra
arrojada a las profundidades.
Todo lo que tienes que hacer
es tocar el rostro de una mujer
que esté tibio por el sueño
y él aparecerá ante tu puerta;
tu profunda puerta trasera
le marcaba el camino dese antes
de que él hubiera nacido,
indagando sobre unos honestos
días de trabajo para obtener
una comida decente.
El hacedor de lluvia ya está cerca,
el hacedor de lluvia ya está cerca
y viene a empaparnos con agua.
A veces él pide aventón
dentro de un congelador
o aparece en forma de neblina.
A él también se le conoce
por presentarse a sí mismo
como un científico;
bien podría ser el hijo retrasado
de una anciana con siete dedos en cada mano.
Pero sé, y estoy seguro,
que él vendrá cuando sea requerido.
El hacedor de lluvia ya está cerca,
el hacedor de lluvia ya está cerca
y viene a empaparnos con agua.
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