Si tú eres el distribuidor,
entonces yo estoy fuera del negocio.
Si tú eres el sanador,
eso significa que estoy roto y cojo.
Si tuya es la Gloria,
mía debe ser la vergüenza.
Tú lo quieres más oscuro:
extingamos pues la flama.
Magnificado y santificado
por el nombre sagrado.
Vilipendiado y crucificado
en la humana estructura.
Un millón de velas encendidas
por una ayuda que no llegó nunca.
Tú lo quieres más oscuro...
Hineni, hineni,
estoy listo, mi Señor.
Hay un amante en la historia,
pero la historia sigue siendo la misma.
Hay una canción de cuna para el sufrimiento,
una paradoja a la cual echarle la culpa;
pero está escrito en las escrituras
y no es un mero reclamo ocioso.
Tú lo quieres más oscuro:
extingamos pues la flama.
Están alineando a los prisioneros,
los guardias ya apuntan a sus objetivos.
Luché contra ciertos demonios
pero eran mansos y de clase media;
no sabía que tenía la autorización
para asesinar y mutilar.
Tú lo quieres más oscuro...
Hineni, hineni,
estoy listo, mi Señor.
domingo, 9 de octubre de 2016
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