Hablando con María
sabes que no hace falta gritar;
ella escucha lo que piensas
como si lo dijeras en voz alta.
Es a ti a quien observa
detrás de esa mirada sucia,
y fue ella la que te siguió
a pesar de cada una
de los estúpidas vueltas que diste.
Te lo dije: "Un día, ella vendrá".
He visto el enorme problema
que ocultas debajo el sombrero,
y es bastante improbable
que alguien más tolere eso.
Tienes un boleto de bus en el bolsillo
y más dinero en el calcetín;
pero si no la escuchas hablar,
ella no podrá darte su contacto.
Te lo dije: "Un día, ella vendrá".
No hay problema, me quedaré callado
si para ti es más sencillo así...
Para hacer creer que no te amo
tanto como lo hago.
Te lo dije: "Un día, ella vendrá".
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