Si cuando te beso me enamoro,
es por culpa de que estoy bien morro.
Si sólo existo para estar a tu lado,
es porque todavía estoy bien chavo.
Creo cualquier tipo de estupidez,
como si fuera un niño de tres...
Tú eras todo mi mundo, mi razón de ser.
Si todo el día y la noche estás en mi mente,
es porque sólo soy un mozalbete.
Si se me olvida dormir, comer y rezar,
es por culpa de mi escasa edad.
Y si cuando me enteré de la verdad
me puse a llorar un poquito,
no es a mi corazón a quien debes culpar,
lo que pasa es que aún estoy chiquito.
sábado, 20 de agosto de 2011
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