Cuando salgas del hospital
déjame regresar a tu vida.
No soporto lo que haces,
pero estoy enamorado de tus ojos.
Cuando salgas de tu cita en el bar,
estaré ahí para regresar a tu vida.
No soporto lo que haces,
pero estoy enamorado de tus ojos.
No soporto lo que haces,
a veces ni a ti misma te soporto,
y me pregunto por qué estoy de ti tan clavado...
Pero es que sigo enamorado
del poder que surge de tus ojos.
Todos los días voy a las panaderías,
porque hay un vacío de dulzura en mi vida.
Dentro de mí hay dolor, puedes verlo en mis ojos.
Dentro de mí hay dolor, puedes verlo en mis ojos.
Me pregunto por qué me he menospreciado...
Pero es que sigo enamorado
del poder que reside en tus ojos.
Tú vives en modernos apartamentos,
donde una o dos veces incluso he tenido miedo.
La última vez que caminé por tu calle
había lágrimas en mis ojos.
Todos sabemos que por las noches estas calles
nos ayudan a llorar cuando estamos solos.
¿No amas tú también estas calles
por donde ahora posas tus ojos?
No soporto lo que haces,
a veces ni a ti misma te soporto,
y me pregunto por qué estoy de ti tan clavado...
Pero es que sigo enamorado
del poder que muestran tus ojos.
Ahora tu mundo es hermoso.
Pronto tomaré el metro hacia tu vecindario;
intentaré encontrar los lugares que fueron mágicos
para tu pequeña mente de niña.
En esa época debiste haber sido magnífica.
A veces incluso siento envidia
de tus antiguos novios del vecindario.
Y cuando camine por tu calle
probablemente termine llorando,
pero siempre supe que esto pasaría.
No soporto lo que haces,
a veces ni a ti misma te soporto,
y me pregunto por qué estoy de ti tan clavado...
Pero es que estoy enamorado
del poder que emana de tus ojos.
Así que cuando salgas del hospital
déjame regresar a tu vida.
No soporto lo que haces,
pero sigo enamorado de tus ojos.
jueves, 13 de junio de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario