Anoche estaba en mi cama
mirando las estrellas del techo,
cuando sentí que necesitaba
decirte cómo me siento.
Vivimos juntos en una fotografía del tiempo.
Veo tus ojos y se abren para mí todos los mares.
Te digo que te amo y que lo haré por siempre,
pero sé que tú no dirás lo mismo.
Así que me dispongo a recoger los guiños,
los pequeños símbolos de tu devoción.
Siento tus puños, y sé que están hechos de amor.
Siento el látigo, y sé que está hecho de amor.
Siento tus ardientes ojos quemando agujeros
en mi corazón, y están hechos de amor.
Acepto y colecciono sobre mi cuerpo
las marcas de tu devoción.
Siento tus puños, y sé que están hechos de amor.
Siento el látigo, y sé que está hecho de amor.
Siento tus ardientes ojos quemando agujeros
en mi corazón, están hechos de amor.
Están hechos de amor.
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