domingo, 3 de agosto de 2014

Jim Cain- Bill Callahan

Comencé a buscar las cosas ordinarias, 
como cuánto del árbol con el viento se doblaba. 
Comencé a contar la historia sin saber cómo terminaba. 
Solía ser oscuro, pero me iluminé, 
y luego volví a ser oscuro de nuevo. 
Algo demasiado grande para verlo 
pasaba encima de mí una y otra vez. 
Parecía el principio de un caso de rutina, 
hasta que con la muerte de las sombras
llegó la ligereza del verso.
Pero la más oscura de las noches
a veces todavía me encandila. 
Y trabajo conmigo hasta que estoy agotado. 

Dejé de buscar las cosas ordinarias, 
como el por qué de que exista una ola. 
Comencé a correr, pero el concreto se hizo arena. 
Comencé a correr, y las cosas no ocurrieron
como yo planeaba que ocurrieran.

En caso de que todo resulte insuficiente
y yo ya no regrese, 
recuerda las cosas buenas que he hecho.
En caso de que todo resulte insuficiente
y yo ya no regrese,
recuerda las cosas buenas que he hecho, 
las cosas que me han acabado.  

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