Un fantasma viene de visita
con llaves en el bolsillo, y besa mis labios,
con sus ojos fuera de las cuencas.
Mis recuerdos se desmoronan
bajo una débil resistencia.
Estoy hecho pedazos,
igual que una hoja
del Libro de la Existencia.
Desperté en un lugar extraño,
con la mente borrosa
y gotas de sangre en mi barbilla.
Te llamé desde un taxi ennegrecido
que se dirigía hacia algún destino.
Recuerdo cada una de tus palabras
y la fuerza con que las dijiste, tan sencillas:
"El destino encontrará tu amor
en una copa de champaña".
Le mentí a mi anfitrión,
le dije que sabía hasta donde podía llegar,
y después de vaciar mis tripas
sobre su nuevo equipo de sonido,
me pagó para ir al cuarto de arriba
y pasar la noche con su amigo,
Ahora no quiero ver mi cara
en el espejo nunca más.
Desperté en un lugar extraño,
con música tan ruidosa
que derramé toda mi cerveza.
Salí entonces a dar una vuelta
en aquel taxi ennegrecido
que tan sólo llevaba un destino.
Pero era más sencillo ahora,
pues mientras el taxi aceleraba,
podía encontrar mi última oportunidad
para estrellarme en libertad.
"El destino encontrará tu amor
en una copa de champaña".
El sudor se derrama
mientras tú duermes en el asiento
y ella espera junto a la ventana,
llorando sola en una cama.
El fantasma apunta el motor
a la tierra que me prometió.
Supongo que este es el momento
cuando tus mejores intenciones
se convierten en hechos de nuevo.
Esta no es una canción para dislocaciones,
cuando la persona que amas es a quien más odias,
porque las mentiras de tu espíritu te poseen,
porque los ojos de tu amante te soportan...
Escucha bien: mantén claro tu objetivo,
mientras tu valor te obliga a besar la pistola...
El destino encontrará tu amor
en una copa de champaña.
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