Uno de estos días el amor que siempre hemos querido
llegará arrastrándose hasta nuestra puerta:
lo encontraremos tirado sobre el suelo, malherido.
Uno de estos días el sol se asustará con nuestra risa,
nuestras lágrimas se convertirán en diamantes
y el sonido del trueno nos regalará su sonrisa.
Agradezco al Señor
por drenar todo el amor
que hay en mi corazón...
Cuando esté muerto y desaparezca,
con mis huesos dejaré una estela...
Uno de estos días los rayos del sol nos quemarán,
la lluvia vendrá y ya nunca se irá:
surfearemos por las calles sin parar.
Uno de estos días los sueños serán polvo,
crecerán flores dentro de nuestras mentes,
y no habrá nadie vivo que nos recuerde.
lunes, 24 de enero de 2011
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