Sostengo esta carta en la mano
como una súplica, una petición
o una especie de oración.
Espero que funcione
tal como lo he planeado;
perderla de nuevo es algo
que no podría soportarlo.
Beso el frío y blanco sobre,
presiono mis labios
encima de su nombre.
Son doscientas palabras
en las que centro mis esperanzas.
El cielo está cargado
con una lluvia muy pesada.
Carta de amor, vé por ella.
Carta de amor, vé a contarle.
Un viento perverso fustiga
la punta de la colina...
Un puñado de palabras de esperanza.
La amo y la amaré eternamente...
El cielo está a punto de romperse.
Dije algo que no quería decir...
y todo salió de forma incorrecta.
Carta de amor, vé por ella.
Carta de amor, vé a contarle.
Llueve tus besos encima de mí.
Llueve tus besos como tormentas.
Llueve para mí y para todos
los que vendrán delante, en formas
que se desvanecen lentamente.
Me estoy volviendo demente.
Voy a quedarme parado aquí
bajo la lluvia, con mi carta en la mano
y una oración murmurada al viento.
Regresa a mí, nena,
regresa a mí por favor...
miércoles, 3 de agosto de 2016
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