Dicen que se desvanece
si permites que eso suceda:
el amor fue hecho para olvidarse.
Grabé tu nombre en mis pupilas.
Tú rezas por lluvia;
yo rezo por ceguera.
Si aún me quieres,
perdóname por favor;
la corona del amor
se cayó de mi frente.
Si aún me quieres,
perdóname por favor;
aquella chispa ya no
está en mi interior.
Apagué la luz antes
de que mi madre
entrara a mi habitación.
Lo único que no dejas
de cambiar es tu nombre.
Mi amor sigue creciendo
igual que siempre,
como si fuera un cáncer,
y tú continúas sin darme
una respuesta directa.
Si aún me quieres,
perdóname por favor;
la corona del amor
se cayó de mi frente.
Si aún me quieres,
perdóname por favor;
tus manos ya no me sostienen.
Les resté importancia
antes de que mi madre
entrara a mi habitación.
Los dolores del amor
siguen creciendo
dentro de mi corazón,
la tumba de nuestro viejo amor,
y hay flores que están surgiendo
porque tú aún no me has dado
una respuesta directa.
Si aún me quieres,
perdóname por favor;
la corona del amor
no está sobre mi frente.
Si aún me quieres,
perdóname por favor;
aquella chispa ya no
está en mi interior.
Tú tienes que ser la correcta,
tú tienes que ser la indicada...
Tu nombre es la única palabra
que puedo pronunciar.
lunes, 1 de agosto de 2016
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