Galveston, oh Galveston,
aún escucho el soplido
de tus vientos marinos,
aún puedo ver sus negros ojos brillando.
Ella tenía veintiún años
cuando yo me fui de Galveston.
Galveston, oh Galveston,
aún escucho el chocar
de tus olas de mar;
y mientras miro el destello
de los cañones al disparar,
limpio mi arma
y sueño con Galveston.
Galveston, oh Galveston,
tengo mucho miedo de morir
antes de poder secar
las lágrimas que ella llora;
antes de que vuelva a mirar
a tus aves de mar,
bajo el sol de Galveston.
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