No pude arrancármelo:
era algo dentro de mi cabeza.
Supongo que en verdad me atrapó.
Supongo que en verdad me atrapó.
Luché contra eso dura e incansablemente,
pero no pude quitármelo.
Supongo que en verdad me atrapó.
Supongo que en verdad me atrapó.
Una insidiosa infusión.
Un carácter extensivo.
Una exuberante bondad,
que corroe y corrompe
todo lo que abarca,
contaminó cada uno de mis pensamientos.
Supongo que en verdad me atrapó.
Supongo que en verdad me atrapó.
Una insidiosa infusión.
Un carácter extensivo.
Una exuberante bondad
que corroe y corrompe...
sábado, 18 de febrero de 2017
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