Por esta avenida va a pasar
un samba popular,
y cada paralelepípedo
de la vieja ciudad
se estremecerá al recordar
que por aquí pasaron sambas inmortales,
que por donde están nuestros pies corrió sangre,
que por aquí sambaron nuestros antepasados...
Hubo un tiempo,
página infeliz de nuestra Historia,
pasaje borrado de la memoria
de las nuevas generaciones,
cuando dormía nuestra Madre Patria,
tan distraída, sin darse cuenta
que era saqueada en tenebrosas transacciones.
Sus hijos vagaban ciegos por el continente,
cargando piedras como penitentes,
edificando extrañas catedrales.
Hasta que un día, finalmente,
al tener derecho a una alegría fugaz,
llegó una jadeante epidemia
llamada carnaval...
¡y el carnaval ya va a pasar!
Aplausos para el ala de barones hambrientos,
para el bloque de Napoleones renegridos,
para los pigmeos del bulevar.
Dios mío, ven a mirar de cerca
a una ciudad entera cantar
la evolución de la libertad,
hasta que el cielo vuelva a clarear.
¡Ay, qué buena vida, olerê!
¡Ay, qué buena vida, olará!
¡El estandarte del Sanatorio General va a pasar!
martes, 15 de agosto de 2017
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