Bailaré en una tumba hecha
con todos los besos
que me entregaste.
Seré la enfermera
en el lecho de muerte
de todas tus promesas, nena.
Seré un fantasma
en la pista de baile
donde solíamos bailar
a tu manera.
Y tus chistes son bobos
y tus mejillas, delgadas,
y tu devastadora sonrisa
es ahora una estúpida mueca.
Por las noches, querida, tiemblas,
mientras la duda es tu compañía frecuente.
Todas las mentiras que dijiste
y las oportunidades que tomaste
comienzan ahora a atormentarte.
Buscar la comodidad no es sencillo
cuando todo tu plan falla rápidamente.
Nena, tus chistes son bobos
y tus mejillas, delgadas,
y tu devastadora sonrisa
es ahora una estúpida mueca.
Dime que me amas,
que me deseas
y que me necesitas
(no tienes que hacerlo
en voz alta)...
No volverás a verme,
excepto en tus sueños.
Espero que aún me ames.
Y los ojos que veas en sueños,
míralos más de cerca, nena.
Cuando te debiliten
la pérdida y el arrepentimiento,
date la vuelta, yo te estaré viendo.
Y aunque tú no podrás verme,
yo nunca te dejaré sola.
Ay, y tus chistes son bobos
y tus mejillas delgadas,
y tu devastadora sonrisa
es ahora una estúpida mueca.
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