Solía tener todo el tiempo del mundo,
cruzaba galaxias en busca de oro,
en otro planeta sin un hogar.
Sólo era cuestión de tiempo
para que la policía del espacio
descubriera mi crimen:
visiones prohibidas grabadas en piedra.
No cambia nada
mi rayo de deseo de muerte,
los corazones se rompen cada día.
Tu eterno amante está aquí y desaparece.
miércoles, 22 de julio de 2015
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