desde la mañana
hasta la noche.
Quédate conmigo
cuando la noche
sea alta.
Sé mi última visión
antes del dulce descanso eterno
sobre tu pecho en descomposición.
Mira hasta la ceguera,
en aguardo de la venida
de tu Salvador.
Baila por la Muerte,
rengueando en los incendios matutinos.
Y sé un fantasma en el cielo.
La Gracia ha purificado mi ceguera;
podría ser fresco, nuevo y glorioso.
¿Sonarán con alegría mis sangrantes oídos,
o están ya gastados y completamente destruidos?
Mira hasta la ceguera,
en aguardo de la venida
de tu Salvador.
Baila por la Muerte,
rengueando en los incendios matutinos.
Sé un fantasma en el cielo.
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