El valor del cobarde
es el más grande.
Como un gato miedoso
así yo rasguñaré.
Si te das la vuelta,
en un rincón estaré.
Pero yo, yo soy un cobarde.
El coraje nace
desde la desesperación
y la impotencia.
Los perros sumisos
pueden ser azotados
y en su miedo
ser muy peligrosos.
Pero yo, yo soy un cobarde.
lunes, 10 de noviembre de 2014
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