martes, 3 de septiembre de 2019

2009- Mac Miller

Ya no necesito mentir nunca más.
Estos días todo lo que hago es brillar, 
tomar un respiro y aliviar mi mente.
Y ella ya no llora nunca más.
Me dice que la lleve más alto, 
porque un ángel debería volar.
Y yo ya no pregunto "por qué" nunca más.
Lo tomo si es mío, no me quedo entre líneas.
Ya no estamos en el 2009: sé lo que hay detrás de esa puerta.

Ok, tienes que saltar a la piscina. 
La luz era tenue en esta vida de pecado.
Ahora cada día me despierto y respiro.
No lo tengo todo pero para mí es suficiente.
Tómalo bien y con calma, aborda un vuelo para verme,
yo te mandaré de vuelta con una luz brillante.
Todo el equipo está a punto de resolverlo.
Somos fríos como el hielo, de eso se trata el invierno.
Y a veces, a veces quisiera tomar una ruta más simple, 
en lugar de lidiar con estos demonios grandes como mi casa.
Llevo la pelota con regates y rebotes, 
porque la fiesta no se termina hasta que me echen.
¿No es gracioso? Podemos ganar mucho dinero, 
y comprar muchas cosas para sentirnos feos.
Solía estar drogado y enlodado, 
buscando lo mismo que a mí me buscaba, 
pero ya no necesito mentir nunca más.
Porque estos días todo lo que hago es brillar, 
tomar un respiro y aliviar mi mente.
Y ella ya no llora nunca más.
Me dice que la lleve más alto, 
porque un ángel debería volar.
Y yo ya no pregunto "por qué" nunca más.
Lo tomo si es mío, no me quedo entre líneas.
Ya no estamos en el 2009: sé lo que hay detrás de esa puerta.

Me preguntan por qué sonrío tanto...
Bueno, es porque nunca antes había estado tan drogado.
Es como si nunca antes me hubiera sentido vivo.
Debo darme paz mental en vez de guerra.
Tú y yo no somos distintos;
saqué toda la basura y regresé balanceándome.
Tomé mi tiempo para terminar, me ocupé de mis asuntos.
Una vida no es vida hasta que la vives.
Cavaba un agujero muy grande para enterrar mi alma; 
con el peso del mundo, tenía que cargarme a mi mismo.
Con estas canciones, puedo llevarte a casa:
aquí estoy, para cuando te sientas solo y asustado.
Yo nunca tengo prisa, no tienes de qué preocuparte
aunque sean las 7:30 y tu tiempo se agote.
Cuando tu corazón se enfríe sabrás qué hay 
detrás de todas esas piedras sin remover.
Tratándose de mi trabajo, soy todo un profesional.
Pero realmente estoy tratando de empezar a creer en Dios.
Ahora, cuando se pone difícil, no entro en pánico 
ni hago sonar las alarmas, 
porque ya no necesito mentir nunca más.
Estos días todo lo que hago es brillar, 
tomar un respiro y aliviar mi mente.
Y ella ya no llora nunca más.
Me dice que la lleve más alto, 
porque un ángel debería volar.
Y yo ya no pregunto "por qué" nunca más.
Lo tomo si es mío, no me quedo entre líneas.
Ya no estamos en el 2009: sé lo que hay detrás de esa puerta.

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